Sobre Estudio Era
Me llamo Eva y soy la fundadora de Estudio Era.
Labrandera, brosladora,…
Las labores de aguja siempre han formado parte de mi tiempo libre, fundamental para mi desarrollo emocional y creativo. Desde las primeras puntadas realizadas en el entorno escolar y familiar, mi curiosidad y deseo de expresión artística a través del hilo, me han acompañado en el camino de la vida.
Mi curiosidad por aprender técnicas diferentes, descubrir materiales únicos, y no disponer fácilmente de ellos, me llevó a ver un vacío que llenar en mi entorno.
De la unión de mi pasión y mi formación empresarial y pedagógica, surge Estudio Era, Espacio de Bordado; lugar de cultivo y crecimiento creativo.
A través de mi marca, alineo el material escogido con las técnicas más apropiadas y la enseñanza de éstas. Todo ello dentro de un ambiente de cariño y confianza hacia los alumnos, para que disfruten y puedan desarrollar con calma la pasión que sienten hacia el bordado, y por la creación de piezas únicas.
Diplomada Universitaria en Ciencias Empresariales y Magisterio, desarrollé con vocación y pasión durante una década labores de formadora para el empleo con jóvenes y adultos.
Con un deseo de mejora y aprendizaje constantes, he dedicado varios años a la formación específica a nivel profesional de bordado en escuelas internacionales consagradas al aprendizaje avanzado y experto en bordado artístico y de alta costura, como la prestigiosa École Lesage (perteneciente a la casa francesa Chanel), le Conservatoire de Broderies de Lunéville, o la Royal School of Needlework, especializándome en el bordado de pedrería tanto con aguja convencional como Lunéville.
Así mismo, he recibido formación especializada de la mano de artesanos nacionales e internacionales en diversas técnicas, como en bordado en oro, o en técnicas de bordado más tradicionales, en un deseo de preservar, perpetuar y transmitir el conocimiento y cultura popular en materia de bordado.
Priorizo el uso de materiales nobles y de máxima calidad, como el lino o la seda, tanto para mis proyectos personales como para los de mis alumnos, además de las herramientas y accesorios más adecuados a cada técnica y materia textil.
La cercanía y el respeto son prioritarios en mi trato con alumnos y clientes. Creo que ello otorga confianza y satisfacción en quienes buscan expresarse a través del arte del bordado.
No sólo estoy convencida de ello, sino que lo he podido comprobar a través de mis cursos y talleres, viendo la evolución de cada uno de mis alumnos.